Cuando les contaba a mis amigos en la primavera de 1997 que una empresa de Monterrey me había contratado como reclutador y editor de una revista semanal que saldría a pelearle lectores a Proceso, me miraban con expresión de “pobre ingenuo”. Y cómo no, si queríamos retar a un mito en plena resaca de una espantosa crisis económica.
Fue tal el éxito de MILENIO Semanal que en dos años dio paso al diario en el que, junto con algunos de esos amigos escépticos del 97, orgullosa y gozosamente colaboro desde el 1 de enero del 2000.
http://www.milenio.com/node/98660
Bandera obradorista
-
Y a López Obrador aún le falta enviar una iniciativa constitucional para
cambiar la bandera de México.
Hace 2 meses
No hay comentarios:
Publicar un comentario