A las 11 de la mañana partí rumbo a Tuxtla en pos del Hellville de Tour, sin saber que podría esperar, pues esta era la primera vez que iría a esas tierras chiapanecas, y la primera vez que presenciaría un concierto del líder de los Heroes del Silencio, mítica banda que formó parte mi soundtrack en las épocas universitarias.
Tras cuatro horas de viaje, al rato sinuoso, arribamos a esas tierras, que nos recibió con una extraña tranquilidad, que ya se hace extraña para uno que vive en el ajetreo diario de esta ciudad baches llamada Villahermosa. Así, con el tiempo libre nos lanzamos a conocer la ciudad hasta el momento de trasladanos al Polyforum sede del evento.
Luego de soportar lluvia, y del consabido arrimón a las feminas sin querer, entramos al recinto (el cual es una especie de Auditorio Nacional, en chiquito). A las 9 de la noche se apagó la luz, para que las pantallas de leds estallaran, y se presentara con la intensidad del fuego del infierno un tipo vestido de negro, con su inseparable sombrero y lentes Ray Ban clasicos, para recetarnos su “Club de los imposibles’’,
Pagamos el peaje
Y tenemos todos
Los semáforos en verde a la vez
Aspira fuerte el napalm
Que huele a victoria
En Apocalipsis Now
Canción que podría ser himno de “El fabuloso Bar Infierno” (saludos Sergio Zurita), para así inicar una travesía, en la que predominaron sus éxitos como solista.
Con un “Buenas noches chiapanenos y chiapanecas’’, Bunbury tomó su guitarra electroacústica y siguió con canciones como El extranjero’’, “Señorita hermafrodita’’, “Alicia (expulsada al país de las maravillas), Me calaste hondo, una de mis favoritas. Cabe hacer mención, para desbordar la euforia de los adeptos al álbum “El viaje a ninguna parte’’.
Los ahí existentes respondíamos a cada movimiento que zaragozano (que muchos dicen que se los copió a Morrison, pero pienso que son más bien tributo a Raphael), “Te amo”, gritaba una guapa rubia de unos 22 años, mientras que un grandulón de casi 2 metros aullaba desaforado “hazme un hijo, por ti me vuelvo puto.”
Bunbury acompañado de un buen sustento de musico Álvaro Suite, Jordi Mena, Robert Castellanos, Ramón Gacías, Jorge Rebenaque, y de 2 cambios de ropa, no solo cumplió sino encantó con un recorrido de sus discos solistas desde Radical “Sonora” hasta el “Hellville de Luxe’’, todos gritaban, bailaban y coreaban, mientras yo con mis 35 años trataba de seguirles en ritmo, sin tirar mi chela de 25 pesos.
De lo poco que tocó de Héroes del Silencio, fue “La Herida’’, canción que se grabó en el disco “El espíritu del vino’’, gran rola llena de tristesa y hard rock, y “Siempre es la misma Canción”.
Entre las más correadas por los que llenaron casi en tu totalidad el Polyforum fueron “Apuesta por el Rock & Roll’’ y “Lady Blue’’. A las 22:44 horas la banda se despidió por primera vez para salir a tocar Al Final: “Permite que te invite a la despedida, No importa que merezca mas tu atención”.
“Así se hacen las cosas en mi familia, Asi me enseñaron a que las hiciera yo”. Al terminar esa canción Sali corriendo a la OCC, o sea, la central de autobuses, para tomar mi camión a las 11:45 y regresar a Villahermosa, pero según @Cvgtz, en su twitter escribió que al final cantó la del "hijo del pueblo".
Lo único malo es que no cantara La Chispa Adecuada; se que era concierto de Bunbuy y no de Héroes, pero la nostagia es la nostalgia; lo bueno, es haber sido testigo de este evento, de 2 horas de buen rock and roll.
Por lo pronto, me queda la duda: ¿será que algún día las inundaciones, las crisis y demás nos permitan tener en Tabasco un recinto y un concierto así?
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