La noche del lunes 3 de mayo no alcanzó la luz del martes. Se quedó negra para siempre. Ese día, en Cuernavaca, Morelos, Ricardo Garibay, de oficio lector y escritor, murió víctima de un cáncer en la próstata que se extendió hasta la espalda. Ahí culminaron 76 años de una vida intensa que conoció los puñetazos en la cara, los golpes en el alma y el sometimiento al amor. -Porque Garibay supo de todo eso. Mejor dicho, lo vivió-
Fernando Vázquez Rosas
Más tarde, a las 13:00 horas, después que su cuerpo fuese cremado, se realizo un homenaje en el Centro Morelense de las Artes ante la presencia del gobernador del estado, Jorge Morales Barud, el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar, y otros personajes que despidieron al escritor cuyas cenizas serán depositadas en la rotonda de los escritores, en Mausoleos del Ángel de la ciudad de México.
A las exequias asistieron familiares y amigos de Garibay, entre ellos los escritores Josefina Estrada y Agustín Monsreal, además del ex gobernador Jorge Carrillo Olea, así como el actual Ejecutivo local y Tovar y de Teresa, quien anunció la redición de las obras de Garibay, pues este es el mejor homenaje para un creador de su talla.
El proyecto para la nueva publicación de sus textos era ya conocido por Garibay, quien incluso habló con Tovar del asunto. Su muerte, aseguró el titular del CNCA, no detiene el plan y sólo resta hallar los mejores mecanismos para lograrlo.
A Garibay le sobreviven sus hijos Juan Matías, Ricardo, Mónica, María y Minerva.
"Para el destino -así sea circunstancial- de aquél y de ésta, me gustaría vérmelas con mejores enemigos, hombres de alguna fuerza moral, sujetos no tan fácilmente reprobables, o siquiera con mercenarios de mediana inteligencia y de estrategias menos indignas" R.G. . Artículo que orgullosa defensa de la casa Excélsior al ser atacado por los "inos" títeres de Echevarría, "Los Periodistas" de Vicente Leñero de Joaquín Mortiz
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